"Un fantasma errante... eso soy, así me siento... Un fantasma errante
que teme no lograr su mayor anhelo... Un fantasma errante que vaga por el mundo con la esperanza vacía de no temer nada algún día...
Pero, ¿cómo no temer aquello que desconocemos? Todo es ausencia... todo se pierde en el oscuro abismo de un sueño dormido... Sigo siendo
esa huérfana temerosa que abandonó Frau Holle con la espina del dolor clavada en el pecho... Sigo siendo esa huérfana que ansiaba tanto
como negaba, la presencia maternal que la sacara de esos muros en los que crecí... Los muros que me vieron llegar un día en que el
llanto rompió el silencio... Pero era mi hogar... Odiado a la vez que amado... Temo despertar en el día en que al fin pueda volver a ese mi
hogar... Temo atravesar sus puertas y no hallar alguna de esas sonrisas. Temo no cruzarme con el azul mirar de mi pequeño Jakob... Pero anhelo ese día como ninguno otro.
«Gente como tú» gente huérfana... Gente sin padres, gente que nunca ha
conocido el amor de una madre, ni la protección de un padre... niños que empiezan a vivir solos, que siempre tienen frío, que simpre
sentirán ese hueco vacio perforando su alma...Llantos desgarradores en mitad de las noches... Horas frente a la ventana... Esperando, siempre esperando... Miradas que se pierden en lontananza... He sentido el miedo en mí, he sentido la tristeza, el dolor, el frío...
He sentido el amargo abrazo de la sombría incertidumbre...
El sol en mis ojos... Penetrando por el límpido cristal de la
ventana... Esos niños siempre soñando, siempre queriendo ser
protegidos... Los cuentos narrados a la luz de la titubeante vela cuando la luna
nacía... Y mis ansias por protegerles, mis ansias porque no echaran en falta todo aquello que anhelaban... Gente como yo... gente que ha
aprendido sola... Recuerdo cuando llovía... Las noches de tormenta consolándoles, luchando por vencer sus miedos... Mis lágrimas dolían,
pero aún más las suyas... Recuerdo cuando llovía... El agua se deslizaba por los muros del sombrío lugar... Eran las lágrimas de todos
esos niños... Tantas noches guardándolas en su almohada, tantas noches de gritos ahogados... Los llantos de esos niños... Requiem de la soledad y la melancolía... Notas de dolor...
Por todas las veces que intenté ser lo que no podían tener... Por todas
las veces que les mecí entre mis brazos... Por todas las veces que les dije que me llamaran cuando sintieran frío... Por todas esas
veces que serán eternidad, aquí estoy, luchando por ser como soy... luchando por ser quien siempre he sido sin importarme nada más... Sin importarme lo que piensen de «gente como yo»..."
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