Casi no recuerdo de cuando era tan pequeña, pero tengo muy buen sabor de boca de lo mucho que disfruté de su compañía y lo bien que me hacía sentir.
Nos conocimos a través de nuestros padres, que eran muy amigos y a pesar de formar sus respectivas familias no dejaron de verse. Todo lo contrario, solíamos veranear las dos familias por todo el Reino Unido. La primera vez que la vi, ella en brazos de su mamá y yo escondida entre las faldas de la mía.
A pesar del fallecimiento de mi madre, las dos familias siguieron manteniendo el contacto. Cuidaron mucho de mí, y su madre y su abuela se convirtieron casi en las mías también.
Agradezco todo lo que hicieron por mí durante aquellos años, el calor que me dieron.
Solíamos jugar en el embarcadero y chapotear en el lago como dos niñas tontas. Aún recuerdo los sermones de su abuela… normal si tenemos en cuenta las trastadas que hacíamos.
Muchas veces la hacía llorar, aunque no recuerdo ya porqué. Pero la quise mucho, era como mi hermanita pequeña, me encantaba cuidar de ella y que cuando tenía miedo se metiera en mi cama temblando y jugara con mi pelo para dormirse. Mi pequeña 'MiniLyn'...
Cuando llegó mi carta para ir a Hogwarts recuerdo que las dos nos pusimos como locas y partimos alguna madera del somier de su cama al saltar. Nos cayó una buena bronca, pero fue un día muy divertido y emocionante. Pero poco después nuevamente sentí el dolor de la pérdida, esta vez siendo más consciente de ello. Mi padre hizo que nos mudáramos y no volvimos a vernos. Ni siquiera pude escribirle. Seguramente se olvidó de mí, o eso pensé.
Recuerdo que con la ayuda de mi padre grabé un colgante para regalarte como recuerdo. 'Fata viam invenient'. Tenía la imagen de una mariposa revoloteando dentro, evocando a esos días tan felices que pasamos como caza-mariposas en el campo.
Primero mi madre, y luego Evelyn. En ese momento comprendí que todo a mi alrededor se desmorona y se evapora con el tiempo, no dejando más que angustia, tristeza y soledad.
Aprendí a vivir con ello, hice mía esa soledad y esa oscuridad que me invadió. No estoy hecha para tener a nadie. No puedo confiar en nadie más que en mí. No puedo depender de nadie más que de mí. No puedo preocuparme de nadie más que de mí.
Es irónico que pocos años después entraras en Hogwarts y no supiéramos nada la una de la otra, que ni siquiera nos reconociéramos por los pasillos después de todo.
Y ahora el destino nos ha vuelto a encontrar, ¿Nos tendrá algo reservado? ¿A sido simple casualidad?
Nuestras sendas han sido tan distintas… Evelyn Moncrieff, ¿Qué será de nosotras ahora?
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