
Lily: Hacía rato que el sueño me había vencido y había terminado entre las mantas de mi cama que mamá había acomodado para mi. Lo único que asomaba de ellas era la mata de cabello pelirrojo que cubría la almohada y el pequeño oso que aferraba entre mis brazos, había tenido un sueño tranquilo, pero hacía unos minutos que comenzaba a inquietarme, la maraña de sueños en mi mente le había dado por tomar un rumbo que no se parecia nada al castillo y las flores que habían antes. Comienzo a removerme, enredándome un poco en las mantas que me cubrían y pequeños ruidos escapan de mi boca intentando huir de los monstruos que me perseguían o buscando a alguien que los alejara y me salvara de ellos.
Tras unos minutos en la misma situación logro abrir los ojos y me siento de golpe en la cama, la respiración agitada y las lágrimas a punto de salir. Lo único que puedo hacer es aferrar con más fuerza al pequeño oso y llamar a la única persona que sé que puede luchar contra todo lo malo
-¿Papá? ¿Papi, estás ahí? -Hablo como puedo esperando que me escuche
Harry: A pesar de que estoy dormido desde hace ya unas horas, y de que hay una considerable distancia entre mi cuarto y el suyo, la voz de mi hija llega alta y clara, a pesar de ser apenas un susurro acongojado en medio de la noche. No dudo ni un instante en quitarme las sábanas de encima, y ponerme en pie de un salto cogiendo mis gafas, y mi varita... Y asustado, voy hacia tu cuarto, para asegurarme de que es otra pesadilla y no algo malo malo que puedan hacerte. Con premura, salgo de mi habitación
Lily: Aferro las mantas como puedo mientras aprieto los ojos con fuerza y muevo mi cabeza en un intento de dejar de pensar en las cosas feas que me seguían. El silencio de la noche no ayudaba, tal vez debí gritar más fuerte, como cuando jugaba con mis hermanos y mamá decía que le íbamos a reventar los oídos. Decidida tomo aire dispuesta a gritar cuando escucho ruidos en el pasillo y, valiente como soy, me tapo hasta la cabeza haciéndome un ovillo en la cama.
Harry: Entro en la habitación, despacio, y doy la luz:
-¿Lily? -Pregunto.
Lily: Escucho tu voz y sin pensarlo dos veces salgo de mi escondite seguro y te busco con la mirada brillante.
Harry: Tu rostro manifiesta el miedo irracional que se refleja en los ojos de los inocentes cuando el miedo les acecha Dispuesto a lidiar hasta con tus pesadillas por ti, voy hasta tu cama y me siento al borde de esta:
-Pero mi niña... ¿qué te ocurre?
Lily: En el momento en el que veo como te sientas suelto al oso que aferraba y en su lugar voy hasta ti para aferrarme a tu cuerpo y esconder mi rostro en tu cuello
-Los monstruos papá, ellos son feos y están aquí.
Harry: Sonrío. Te abrazo con fuerza mientras noto aún tu ligero temblor, causado por el temor
-¿Qué monstruos, hija?
Lily: El abrazo que me das logra calmar poco a poco el temblor y el miedo que sentía en todo el cuerpo
-Los que son grandotes y feos y que gruñen igual que Jamie cuando mamá lo castiga sin postre -separo un poco mi cara para poder verte- Han venido por mi y no quiero ir con ellos.
Harry: -¿Ir con ellos? -Niego con la cabeza.- Papá está aquí, Lily... ¿crees que dejaría a esos monstruos grandotes y feos que te quiten de mi lado?
Lily: -Ahora que estas aquí no -afirmo segura mientras tallo uno de mis ojos con mi mano- Pero papi ¿y si vienen cuando tu no estés en casa? -pregunto asustada ante la nueva posibilidad
Harry: - Cuando yo no esté en casa, también. Porque con esto -te muestro mi varita-, dejo la casa protegida. Además... ¿Quieres que te cuente un secreto? -pregunto sonriendo.
Lily: Miro fijamente tu varita y asiento con lentitud, debía ser cierto porque con ella atrapabas a los malos. Levanto mis ojos esta vez brillando de curiosidad
-¿Secreto? ¿qué secreto?
Harry: -Verás... -Me humedezco los labios.- Cuando una hija quiere mucho a su papi, y un papi, quiere mucho a su hija, sucede algo parecido a un milagro, en el que el padre puede saber siempre como está su hija. Y si su hija necesita algo... El padre va a sentirlo y acudirá donde esté ella, no importa cuan lejos esté -Sonrío.
Lily: Escucho con toda la atención de la que soy capaz, abriendo mis ojos cada vez más a medida que hablas
-Yo a ti te quiero mucho, como así -abro mis brazos todo lo que soy capaz- ¿ves? Entonces, eso quiere decir que siempre vas a estar conmigo ¿verdad? -pregunto sonriendo al tiempo que llevo mis brazos a ti para abrazarte.
Harry: En ese momento no puedo evitar sobrecogerme. Pienso en mi padre, en que yo nunca pude decirle cuanto le quería o que él a mí nunca me pudo prometer que no me ocurriría nada a su lado
-Siempre... Esté donde esté, siempre voy a estar a tu lado -Me inclino un poco para besar tu cabellera roja, igual que la de tu madre.
Lily: Aprieto el abrazo al escucharte y dejo que la sonrisa se quedara en mi rostro por un momento más
-Es una promesa, papi. -me separo lo justo para plantar un sonoro beso en tu mejilla pues no encontraba manera de de expresar todo el amor que mi corazón tenía para ti- Papi, ¿te digo algo?
Harry: Dímelo, princesa... -murmuro, sonriendo.
Lily: -¿Has visto los superhéroes muggles en los libros de Hugo? Pues tu eres como ellos, pero tu eres mejor ¿sabes por qué? -pregunto tomano una de tus manos entre las mías- Porque tu eres sólo mío
Harry: Un velo de emoción se interpone entre mis ojos los tuyos. Un velo transparente que nace en mi mirada al mismo tiempo que en mis labios brota una sonrisa:
-Solo tuyo, princesa... Solo tuyo -murmuro con la voz temblorosa y te rodeo con mis brazos.
Lily: Cierro los ojos al escuchar tus palabras y sentir tus brazos rodeándome, nada podía pasar si te tenía junto a mi. Sintiéndome más tranquila dejo escapar un bostezo
-Papi ¿te quedas a dormir conmigo hoy?
Harry: -Claro que si... -Beso tu frente, y tras dejar la varita y mis gafas en tu mesilla, me tiendo en tu cama, al mismo tiempo que yo me arropo.- Dile a esos monstruos que esta noche, se las tendrán que ver con tu padre si vienen a por ti -acaricio tu pelo.- Buenas noches, Lily -Sonrío, dichoso de que seas mi hija.
Lily: Tomo el oso que había dejado olvidado y con el en mis manos me acomodo junto a ti
-Seguro que cuando te vean ni siquiera se atreverán a molestar -sonrío al sentir tus suaves caricias, tranquila y feliz de tenerte a mi a mi lado- Buenas noches, papi. Te quiero -murmuro antes de caer nuevamente en un profundo sueño
Harry: Cuando siento que mi hija se queda dormida entre mis brazos, sonrío. Nunca me he sentido orgulloso por ser el héroe de toda una nación. Pero si me siento orgulloso de ser el suyo
Categories:
Especiales
,
Harry Potter