Scor: He intentado hacer unos bombones caseros lo mejor posible pero me han quedado algo chafados, por eso me rasco    la nuca mientras los observo. Cierro la tapa de la caja de cartón decorada que he comprado esta mañana con mi padre, y la cojo entre mis manos. Con una sonrisa, camino por el pasillo y entro en el salón.

Astoria: Estoy colocando unos tulipanes anaranjados en el jarrón de una de las mesas del rincón cuando al sentir tu presencia, me vuelvo para mirarte. Al verte llegar con una caja decorada, sonrío sin saber qué decir

Scor: ¡Feliz día de la madre a la madre más bonita y buena del mundo!
-Exclamo con una sonrisa mientras te tiendo la caja.

Astoria: Inevitablemente, me emociono. Me muerdo el labio mientras cojo la caja que me tiendes- Oh, Scor... -digo, y con mi brazo derecho te atraigo hacia mí para abrazarte rodeándote con este- Oh, mi niño...

Scor: Con una sonrisa te rodeo con mis brazos estrechándote con tanta fuerza como éstos me permiten, mientras cierro los ojos.

Astoria: Me acuclillo para estar a tu altura y lleno tu nivea mejilla de besos-. Pero mi niño... No tenías que hacerlo, tesoro...

Scor: Frunzo ligeramente el ceño.- ¿Por qué?-Sonrío y miro la caja.- Ábrelo mamá.

Astoria: Porque seguro que te has esforzado mucho... -apoyo la caja en una de mis rodillas flexionadas y la abro. Aquellos bombones pueden no ser hermosos, pero tienen una belleza singular: la de la inocencia. Cojo uno, mientras siento el brillo de una  lágrima escocer en mis ojos-. Por Salazar... Qué buena pinta tienen...

Scor: ¿Si?-Digo alargando mucho la "i"  sin dejar de mirar los bombones, pues no me lo esperaba. Te miro.- ¿Tú crees?

Astoria: ¡Pues claro! -frunzo el ceño-. ¿Dudas de lo que te diga yo, Scorpius? -sonrío, y me llevo un bombón a la boca, que está casi derretido en mis dedos. Sabe tal vez más dulce de lo que debiera, pero están buenos igualmente- Mmmmmm... ¡Deliciosos!

Scor: ¿Te gustan?-Pregunto sonriendo mientras abro mucho los ojos incrédulo.- ¿Están ricos?

Astoria: Muchísimo... -sonrío. Puede que no estén deliciosos. Pero para mí, ese es el bombón más bueno que he comido nunca- ¿Quieres que los compartamos?

Scor: Vale...-Digo mientras asiento con avidez y cojo uno de los pequeños bombones, el más pequeño y el más feo de todos para que no te lo comas tú. Doy un bocado, y aunque no están malos, no son perfectos, por eso entristezco.

Astoria: ¿Y esa carita? -pregunto, viendo como entristeces de repente

Scor: Me alzo de hombros mirando a la caja de los bombones, mientras sostengo el trozo del que he mordido entre los dedos de mi mano izquierda. Veo nublado porque estoy a punto de llorar.-No están buenos, mamá...

Astoria: Veo que en tus preciosos ojos grises, hay lágrimas temblorosas que tienen miedo de vivir. Dejo la caja en la mesa que queda +cerca de nosotros, y te cojo de debajo de las axilas al mismo tiempo que me pongo de pie. Voy contigo hasta el sillón, mientras te rodeo con mis brazos. Me siento en el sillón, sentándote en mi regazo y te miro- Está prohibido llorar, Scorpius.

Scor: No voy a llorar...-Murmuro con la voz entrecortada mientras miro mis manos, con el bombón derritiéndose entre mis dedos.

Astoria: Cojo el bombón que tienes entre los dedos y me lo llevo a la boca. A mí también me tiembla la voz cuando te hablo, por la emoción- Está buenísimo... ¿Me oyes? -cojo tu carita con mi mano, volviéndola hacia mí

Scor: Intento contener las lágrimas, por eso hago un puchero mientras niego.-No están buenos, mami...

Astoria: El dolor más grande que puede recibir una madre, no es el que le hagan, a ella, sino el que le hagan a su hijo. Por eso, tu preciosa carita manifestando tanta pena, encoge mi corazón hasta sentir que me quedo sin latido. Me muerdo el labio para no llorar- ¿Y si te digo que son los bombones más deliciosos que he probado nunca, me crees?

Scor: Quiero ser fuerte, no llorar, pues papá siempre dice que los hombres no debemos llorar, por eso me muerdo el labio y después te miro con una sonrisa.- ¿Me lo juras?

Astoria: Mis ojos brillan tanto como los tuyos. Observo ese mar de plata en el que me he visto tantas veces, sabiendo que me miraré en ese espejo toda la vida- Scorpius... ¿Te he mentido alguna vez?

Scor: Niego con la cabeza sin dejar de sonreírte.-No.

Astoria: Entonces, hazme caso, mi amor... -murmuro, balanceando un poco mis piernas, como si te meciera. Acaricio tu mejilla, con el dorso de mi mano- A veces las cosas que creemos que no son las mejores, acaban siendo las que más nos importan...

Scor: ¿Si?-Pregunto mirándote, pues me encanta que me enseñes cosas nuevas y lo haces todos los días de mi vida.

Astoria: Así es... -murmuro, sonriendo, mientras que ordeno tu rebelde pelo sobre la frente con mis dedos-.

Scor: ¿Y cómo es eso posible, mami?-Pregunto mientras trato de rodear tu espalda con mi brazo.

Astoria: Pues porque no siempre las cosas que más apreciamos son aquellas que tienen más valor... -sonrío- Por ejemplo... -cojo tu pequeña mano-. ¿Cuál es tu juguete favorito? -te pregunto

Scor: Mmmm...-Miro al techo pensativo, pero después te miro.- ¡La cometa que tiene forma de Fénix!

Astoria: ¿Lo ves? -sonrío- En cambio ese juguete no fue caro. Apenas nos costó un galeón... ¿Recuerdas cuando lo compramos?

Scor: Mmmmm...-Te miro.-Creo que no del todo...-Paso mi brazo izquierdo por tu cuello para rodearte mientras te sonrío.

Astoria: Pues papá, tú y yo estábamos haciendo algunas compras en el Callejón Diagón, y vimos que un señor vendía cometas en un puesto ambulante. Tenía serpientes, quimeras, dragones, hipogrifos, mantícoras... Abraxans y un sin fin de criaturas preciosas hechas de papel... Y tú dijiste que querías el fénix...

Scor: ¡Ah, es verdad! ¡Ahora me acuerdo!-Río y oculto mi rostro en tu cuello.

Astoria: Beso tu cabeza cuando ocultas tu rostro en mi cuello entre risas, varias veces, mientras que te abrazo- Y tu padre dijo que era un juguete de papel, y que podías comprarte otro juguete mejor... Pero tú querías eso y finalmente le convencí...

Scor: Asiento riendo.-Es verdad...-Aparto el rostro de tu cuello para mirarte.- Es que es muy bonita mi cometa.

Astoria: Si. Y en cambio, mira tú lo poquito que nos costó... -sonrío, mientras jugueteo con tus dedos entre los míos-. ¿Lo ves? No siempre las cosas que más valor tienen son a las que más valor le damos, cielo.

Scor: Sonrío y hundo de nuevo mi rostro en tu cuello.-Que bien hueles, mamá...

Astoria: .Sonrío, y arrimo mi rostro a tu pequeño cuello- Tú también hueles muy bien, ¿sabes por qué?

Scor: Tu aliento en mi cuello me hace cosquillas y por eso río mientras niego ocultando mi rostro en tu cuello.-No...

Astoria: Apoyo mi cabeza en el respaldo, echando hacia atras el rostro. Te miro a los ojos y siento que muero a la vez que vuelvo a nacer, porque un hijo te da la muerte y te da la vida, porque te lo da tod. Te recuerdo recién nacido y muerto de miedo y frío sobre mi pecho...- Porque hueles a vida...

Scor: Sonrío y me huelo el brazo.-¿Así huele la vida, mami? ¿A colonia?

Astoria: Río por tu espontanéidad y tu inocencia. Asiento con la cabeza y con mi dedo índice, doy un suave toque en tu pequeña nariz-.A ti, tesoro... Huele a ti...

Scor: Que bonitas las cosas que me dices, mami...-Te rodeo el cuello con los brazos y doy besos en tu mejilla repetidas veces.

Astoria: Tú me las dices aún más bonitas sin tener que decirme nada... -sonrío, contemplando tu inocente belleza

Scor: ¿Si?-Pregunto con curiosidad.

Astoria: Si, mi amor... -murmuro, sonriendo, pues la sonrisa siempre vive en mí desde que naciste, porque siempre tengo una sonrisa que darte, porque me haces feliz.... Y porque nunca dejarás de hacerlo.