Era un día de la madre igual al de casi todos los años. El desayuno en familia, la comida de papá y como era luego infaltable el paseo que mis padres hacían cada año por la reserva desde que yo era un pequeñajo de apenas meses. Este año había convencido a Filius de dejarlos ir solos para mientras tanto hacer una torta entre nosotros para cuando mama volviera de su recorrido.

Y es así como hace dos horas que la cocina es una recreación de los Alpes suizos en pleno invierno gracias a mis grandes habilidades culinarias de las cuales Filius no para de burlarse.

FILIUS: -¡Te dije que eran menos huevos! ¡Mamá no hace así los pasteles!- Digo soplando un mechón que se mete en mis ojos.

ADRIAN: -Menos huevos, mas huevos. Nunca entenderé que hacen los huevos- Digo quejándome aunque con una sonrisa.

FILIUS: Meto un dedo en la mezcla para probarla y lo que gano es un golpe en ella -¿Queeeeee? ¡Hay que probarla! A mamá no le gustará si está simple y a ella le gustan las cosas dulces.

ADRIAN: Sonrío -Pero se prueba cuando está hecha- Me quejo -Bueno... ¿La pongo así al horno o no? Chef...

FILIUS: Vuelvo a meter el dedo y saboreo muy serio -Creo que está bien, Chef en jefe -Guiño el ojo y hago una reverencia.

ADRIAN: Río y con mucho cuidado abro el horno para poner la torta a cocinar -Espero que mamá no llegue pront...Ohoh.

ALANA: Bastiaan había dado la vuelta a la casa para agarrar una de las palas y arreglar el jardín cuando yo, cerca de la puerta de la cocina comencé a oír ruidos un tanto extraños.

FILIUS: Abro los ojos al escuchar los pasos de mamá que va llegando.

ADRIAN: Señalo las cosas de la cocina -Hay que limpiar todo esto ya- Susurro desesperado.

FILIUS: Me muevo a un lado y al otro sin saber por dónde empezar -¡Haz un hechizo Adrian! ¡Tú eres mago!

ALANA: Al extrañarme por ese motivo, apresuré mis pasos hacia el interior de la casa y encontré a Filius y Adrian en medio de mi cocina hecha un absoluto lío – ¡Chicos! - Me quejé aunque con voz suave y tranquila.

ADRIAN: -Tú también eres mago Zapallo. Aún no puedo hacer magia fuera del colegio- Digo en un susurro pero en ese momento es que se abre la puerta y oigo a mi madre quejarse con tranquilidad.

FILIUS: -¡El tiene la culpa! ¡El tiene la culpa!- Acuso a Adrian con el dedo cuando ella entra. Al ver su sonrisa hago una mueca -Fuimos los dos...queríamos darte una sorpresa.

ALANA: Una suave risa se escapó de mis labios al oír las excusas de mi hijo pequeño quien echaba culpas a Adrian pero luego se hacía cargo de una parte. Con tranquilidad saqué del bolsillo de mi tapado mi varita y en un abrir y cerrar de ojos logré que la cocina comenzara a quedar en orden -¿Una sorpresa? Ya me la han dado.

ADRIAN: Miro seriamente a Fil cuando me echa la culpa y le doy un suave golpe en el hombro antes de que se retracte, pero cuando lo hace yo sonrío -Pues...Feliz día- Digo a mi madre con una sonrisa.

FILIUS: Voy hasta ella y la abrazo sonriendo -¡Feliz Día mamá!

ALANA: Me dejé abrazar por mi pequeño angelito y lo rodeé con los brazos sin dejar de mirar con una a mi niño mayor -Gracias hijos.

ADRIAN: Con una gran sonrisa iluminando mi rostro me acerco con los brazos abiertos a mi madre y mi hermano y los abrazo con fuerza -Gracias a ti mamá.

FILIUS: Alzo la cabeza para verla -Te queremos mucho, mamá ¡Eres la mejor madre de todas!-

ALANA: Me dejé abrazar por mi hijo mayor y cuando Filius habló lo miré con atención. Con una sonrisa bajé para quedar a su altura y di un toque con mi dedo índice en su nariz -Eso lo dices porque soy tu madre, mi pequeño.

ADRIAN: -Eso lo dice porque Filius nunca miente mamá- Digo separándome de a poco. -Eres la mejor, y yo el peor cocinero- Hago una mueca.

FILIUS: -Que conste que yo no lo dije- Susurro en bajo -Te hemos preparado un súper pastel- Digo ya en alto.

ALANA: -Mmmh!-Dije con una suave sonrisa dibujada en mis labios y me separé de mis hijos para ver el horno -Pero aún falta ¿Verdad?

ADRIAN: -Si, mamá, acabamos de ponerlo...Pensé que su paseo sería más largo- Hago una mueca.

FILIUS: -Te nos adelantaste mamá- Sonrío burlón.

ALANA: -Oh no- Dije con un aire algo triste. -Perdón mis niños- Me aparté de a poco del horno -Haré como que no he visto nada.- Mi sonrisa se borró un poco por la culpa de haber arruinado la sorpresa.

ADRIAN: Al notar la reacción de mi madre sonrío de lado y me acerco a ella para rodearla con un brazo.-No pidas perdón por esto mamá y menos hoy en tu día- Dejo un beso en su mejilla -Además nos vendría algo de ayuda con la cobertura.

FILIUS: -Mientras se cocina...- Tomo su mano y la guío hasta una silla en el comedor -Ven. Siéntate con nosotros.

ALANA: Me dejé llevar por mi pequeño angelito y me senté en una silla a su lado. -¿Y? Cuenten, de que va a ser la cobertura.

ADRIAN: -Mamá- Me quejo con una sonrisa -Va a ser tu regalo.

FILIUS: -Se supone que era sorpresa- Alzo los brazos porque yo lo miro como tan lógico.

ALANA: -Vamos- Dije con una sonrisa -Sus regalos ya me los dieron esta mañana y eran hermosos, ahora dejen que cocine con ustedes. Denme ese gusto, por favor.

ADRIAN: Suspiro y me levanto de la silla -Vale mamá, por ti haremos cualquier cosa- Miro cómplice a Filius.

FILIUS: Le doy un guiño a mi hermano aunque no sé qué pasa por su mente en ese momento.

ALANA: Al ver que me dejaban me levanté de mi silla y me puse a buscar un recipiente para hacer la mezcla -¿Que les parece merengue?

ADRIAN: -Mmh- Me relamo los labios de solo pensarlo -Si por favor ¿Eso lleva mucho huevo verdad?- Doy un codazo a Filius.

FILIUS: Me río al recordar nuestro debate de hace un rato -A Adrian le gustan los huevos mamá, así que ponle muchos.

ALANA: Reí ante las palabras de Filius -Siempre hay que poner a cada cosa lo justo. Lo justo de amor lo justo de cariño, siempre lo justo- Dije con una sonrisa mirando a ambos -¿Me prometen algo?

ADRIAN: Oigo las dulces palabras de mi madre y sonrío -Lo que quieras mamá.

FILIUS: -Lo que sea mamá.- Digo mirándola con adoración.

ALANA: -Quiero que siempre, pongan lo justo de todo, ya sea entre ustedes, así como con otros y cuando formen su familia. Siempre lo justo, que nunca les falte.- Dije que con una sonrisa.

ADRIAN: -Siempre lo justo y necesario- Digo a mi madre y voy hacia ella para abrazarla -Así como mi amor por ti, será para siempre y será el justo y necesario para nunca olvidar que tú me amas.

FILIUS: -Siempre lo justo y necesario para que estés orgullosa de nosotros.